domingo, 3 de junio de 2007

El pequeño mundo asceta

A veces me digo que sí y a veces me digo que no, pues no consiguo explicarme cuál es el motivo que induce a algunos clérigos a cortar su relación con todo tipo de amigos, familia y recuerdos para meterse más tarde en un monasterio de clausura y dedicarse solamente al rezo de dios y a la meditación. Se puede creer o no se puede creer, y a veces me digo que sí y otras, que no, pero sin que exista ganancia ninguna y sometidos, como están, a los votos de pobreza, castidad y obediencia, no entiendo esa fe tan devota e intrínseca en ellos y que sin duda es algo realmente admirable de ver; pues, ninguno de ellos te viene a llamar a tu puerta para venderte humo eclesiástico o ficción, y yo, que realmente sólo soy creyente los días que tengo funestos y necesito pedir ayuda al Señor, me extraña ver a gente que no tiene nada, no necesita nada y, si no existe el rezo, casi prefieren dejar de vivir. “Creo que dios existe porque todas las mañanas hablo con él durante mis oraciones”, dijo San Agustín. Y en esta humilde gente esta frase les ha calado hasta el tuétano. Hubo un tiempo en el que me pareció una quijotada la vida del misionero, otro asceta como el anterior, el cual se iba, por ejemplo, a la Conchinchina para evangelizar a los pobres vietnamitas que vivían de los arrozales y que no entendían de nada más que de legumbres que crecían sumergidas bajo el agua y de morirse por la malaria que les producía aquellas mismas aguas turbias que les alimentaba. Y mi opinión, ahora, al respecto es, que más allá de que una u otra religión sea mejor o peor, estos hombres me infunden envidia y respeto, pues sé que yo jamás tendré mis ideales tan claros como los suyos, aunque ahora mismo llamen a la puerta, abra y sea Dios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace unos días estaba medio dormida oyendo una entrevista en la radio -creo- y alguien comentaba que ante algunos problemas que nos hacen sentir impotentes, ante algunas miserias que parecen acercarnos más al mundo puramente instintivo-animal donde prima la supervivencia,esta persona que se declaraba en principio no creyente... confesaba que se enfadaba mucho con Dios y le reprochaba tanto mal que semeja inútil... para acabar diciendo que será una paradoja pero "enfadarse con Dios" implica que de algún modo se cree en él.
Yo tb me enfado a veces, quizás demasiadas, lo que provoca una sonrisa enorme que siento en mí sin darme cuenta -físicamente- cuando al pasar la rabieta reconozco en este o aquel detalle inesperado, una persona amiga que me llama, ...que no son casualidades... y se que ese es su guiño, el modo en que Dios me deja ver que me entiende y está ahí aun cuando yo muchas veces me ciegue en mi impotencia.
De verdad, hagamos lo que hagamos El sp está ahí y por supuesto puede quererte mucho más que yo... que ya....
Desahogo aparte, besotes y más gracias. Me estás despejando la tarde.
Vic.

Share This

Recibe actualizaciones en tu Email