“Si desea usted también conocer a Laura, envíe Laura espacio y el mensaje que le quiere mandar al 7472”. Nada más leer este mensaje que recibí en mi móvil me puse más nervioso que las maracas de Machín, y me entraron ganas de mirarme en un espejo para saber si estaba guapo antes de ponerme en contacto con ella. Pero mientras me decía a mí mismo que para qué lo iba a hacer si ya sabía de sobra que era guapo, listo y que a esta chica me la merecía, recibí otro mensaje en mi móvil que decía: “Tarot Esperanza. Puedo ayudarte a cambiar tu vida. Llámame al 806 etc.” Entonces pensé: “Bueno, igual le llamo primero a la del Tarot y si me dice que entre Laura y yo nacing de nacing entonces para qué me voy a molestar en contactar con ella, y si me dice lo contrario pues lo contrario. Y mientras decidía qué hacer, de casualidad, leo en los periódicos que el ministro Bernat Soria acaba de prohibir estos mensajes Spam, primero, porque son muy molestos y, segundo, porque la gran mayoría de ellos son engañosos… ¡Ay, señor Soria, de verdad, cómo es!, ¿y ahora qué hago yo con lo que siento por Laura?
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