La política beligerante que acostumbra a hacer Estados Unidos siempre acaba salpicando a la UE. Los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete se van a reunir para idear fórmulas que sirvan para cerrar la penitenciaría de Guantánamo. Países como Francia, Alemania o Reino Unido se han manifestado a favor de acoger a algunos de los 250 detenidos que hay en este penal, mientras que otros se lo están pensando, y con razón. Es como si las dos primeras decisiones que Obama ha tomado como presidente (cerrar Guantánamo y retirar sus tropas de Irak antes de un año y medio) se hubieran tomado en Bruselas y no en la Casa Blanca por cuánto nos afecta a los europeos. Es obvio que tendremos que incrementar exponencialmente el número de cascos azules en Irak cuando la presencia militar estadounidense desaparezca. En mi opinión, Europa debería ser menos indulgente y más sancionadora con los errores que comete Estados Unidos.
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