Mirando entre los anuncios clasificados de un periódico me he encontrado con la siguiente demanda laboral: «Joven con un alto nivel de informática se ofrece para trabajar de lunes a viernes, de 10.00 a 16.00 horas. En la zona de Algorta.» Al leero me he sentido un tanto irritado y enseguida he pensado: «¿Pero qué pasa, que ahora nadie quiere trabajar por las tardes y mucho menos en fin de semana; y además el trabajo que ofrezcan tiene que estar cerca de casa?» Está claro que a todos nos gustaría gozar de las ventajas laborales de las que disfrutan los funcionarios, pero cuando no puede ser, no puede ser. Y en estos momentos de crisis, lo que toca es sacrificarse y ofrecer una disponibilidad total. A no ser que exista algún imperativo que realmente lo dificulte: una madre enferma, un niño que cuidar, lo que sea. Se me hace que es ‘cosa de vagos’ anunciarse de esta forma en la que cada día lo hacen más personas, ya que parece que sólo buscan tiempo para disfrutar.
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