A los novelistas que se encuentren en estos momentos en ése periodo al que llaman 'de sequía', sin ideas, les recomiendo que vayan a algunos ayuntamientos de España para que tomen notas de lo sucede en ellos y, después, las utilicen para escribir un buen best seller. Corrupción, espionaje, transfuguismo... Ni siquiera en el año 0, con Octavio Augusto a la cabeza como emperador romano, existía tanta trama en el panorama político como en la actualidad. Cuando no estamos hablando de conversaciones grabadas a los ediles del ayuntamiento de Madrid, estamos hablando de los trajes de Camps o del sospechoso millón de euros que hacienda ha descubierto en la cuenta de la mujer del Sr. Bárcenas -ex tesorero del PP-. Y ahora, por lo visto, toca hablar de transfuguismo y rebeldía, la que han mostrado trece concejales del ayuntamiento de Benidorm para otorgar la alcaldía a quien ellos han querido y no a quien el pueblo ha votado. Sus habitantes, ya de por sí tostaditos por el sol, deben estar tórridos por lo acontecido. Después, lógicamente, pasa lo que pasa: que llegan las elecciones que sea y cuando te preguntan: "¿mañana vas a ir a votar?", tú respondones sin remordimiento alguno: "sólo si no llueve".
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