viernes, 20 de febrero de 2015

Donde dije digo, digo Diego

El hombre margarita, Pedro Sánchez -sí, no, sí, no- se contradice una vez más al no querer destituir a Chaves y a Griñán de sus cargos ya que ambos han sido imputados por el Tribunal Supremo. Hace unos días, a Sánchez, no le tembló el pulso a la hora de cesar a Tomas Gómez -uno de sus máximos detractores dentro del partido- por sospechar que arrastraba en sus andares la sombra de la corrupción. Pero parece que  hasta la voz se le vuelve trémula a la hora de meterse con los acólitos de Susana Díaz -secretaria general del PSOE andaluz-, no vaya a ser que estalle una guerra entre ambos y la pierda. El caso es que tanto Susana como Pedro, saben que sabemos que donde dijeron digo han puesto Diego, e intentan con falacias convencernos de todo lo contrario. Pero lo cierto es que si un juez te llama a declarar como imputado -tal es el caso de Chaves y Griñán-, no es para tener contigo una charla de café y puro, sino para ratificar por escrito -si procede- los indicios de un delito que supuestamente has cometido. Las ‘vacas sagradas’ de los diferentes partidos que existen siempre cuentan con un grado máximo de corporativismo. Hasta que no consigamos hacer desaparecer estas influencias, no seremos capaces de enjuiciar a los titulares responsables de la corrupción y el fraude que asola nuestro país.
(pagina 10)  http://www.20minutos.es/edicion_impresa/ver/madrid/2015/02/20/
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