jueves, 29 de julio de 2021

sábado, 24 de abril de 2021

Quiero mi segunda dosis




Soy uno de los más de dos millones de españoles menores de sesenta años a las que se le ha suministrado la primera dosis de AstraZeneca. En mi caso la vacuna no se me administró por ser un trabajador esencial, sino por ser un enfermo de alto riesgo. Y ahora, dos semanas después de recibirla, me encuentro atónico escuchando los sinsentidos que dicen nuestros políticos sobre si dejarnos con una sola dosis o darnos una vacuna diferente a la de AstraZeneca para completar la pauta de dos, que conlleva este tipo de vacunación. Me encuentro ahora mismo ansioso, pues veo que mi vida está en manos de políticos veletas que no saben ni por donde les pega el aire. Que obvian las recomendaciones de organismos como la OMS o la EMA, favorables a que se prosiga con la vacunación “en todas las edades” (sic). El factor riesgo lo sopesaron bien. Solo hay que ver cómo están las UCIs para darse cuenta de que es infinitamente mejor jugar a la ruleta rusa de las vacunas que a la del coronavirus. De la ruleta rusa de combinar AstraZeneca con Pfizer o AstraZeneca con Moderna, como pretende que juguemos el Gobierno, no me fío. No hay ensayos clínicos concluyentes al respecto. Y no los habrá hasta dentro de seis o nueve meses como mínimo. Y si nos dejan con una sola dosis a los que recibimos la vacuna de AstraZeneca, los anticuerpos creados nos podrían bajar en caída libre del 70% al 30% a partir de los tres meses. Si nos infectáramos por coronavirus en ese umbral de tiempo, esto podría llevar a que el virus se haga resistente a la vacuna y esta quede inservible para siempre. Este hecho lo observamos continuamente con los antibióticos, cuando por desidia dejamos de tomarlos sin completar la pauta prescrita. O, por aún, podríamos crear una variante nueva de coronavirus, ¿y luego qué?... Nuestros políticos rezuman miedo. Miedo a las querellas que les puedan venir si algo sale mal con su aprobación. Pues por mí que no se preocupen, que les firmo ipso facto el consentimiento informado mientras me la ponen. He firmado tantos, que hasta me duele la mano de hacerlo. Los he tenido que firmar para autorizar que me hagan resonancias, TACs, biopsias, operaciones y hasta para una gastroscopia. Hay famosos que no firman ni la mitad de lo que lo hago yo.

Diario información


lunes, 28 de mayo de 2018

Certificados de credibilidad




Dice Mariano Rajoy que los certificados de credibilidad los reparten los ciudadanos. Pero lo que no dice es que, cuando lo hacemos, los otorgamos con fecha de caducidad. A veces ocurre incluso que pocos meses después de haber introducido la papeleta electoral–cédula fedataria de nuestra confianza– en la urna, los ciudadanos ya estamos arrepentirnos de la decisión tomada. Hoy en día es difícil, por no decir imposible, encontrarse un partido político que cumpla con su programa electoral. Aunque sea mínimamente. Las huelgas y protestas que perlan por doquier son corolario de estos incumplimientos. Desde las pasadas elecciones generales de 2016, están ocurriendo asuntos muy graves en España. No creo que haga falta numerarlos. Pero sí pronunciarse en el sentido de que las respuestas que se dan desde Moncloa y el Congreso para paliar estos problemas –algunos de Estado– son del todo ineficaces. Por no decir improvisadas. Ante todo lo dicho, es de obligada necesidad la celebración de unas nuevas elecciones generales. Mariano Rajoy debe disolver las Cortes cuando le sea posible. El pueblo debe reconducir esta situación según su criterio. Y todas las formaciones políticas han de ser de nuevo evaluadas. Las urnas dirán qué políticos merecen o no renovar el «certificado de credibilidad».
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sábado, 28 de abril de 2018

Cuidado, viene Ciudadanos




Me ha sorprendido que el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, haya confesado en Radio Euskadi el verdadero motivo por el que su partido ha dado el «sí» a la tramitación en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado: «De esta forma ganamos tiempo para Cataluña y evitamos que Ciudadanos llegue a La Moncloa», ha dicho. Lo deseable hubiera sido oírle decir que el apoyo dado ha sido para mejorar las pensiones de todos los jubilados. Pero no. Aunque se va a producir una subida en éstas gracias a ellos, la finalidad de su alianza con el PP es otra: no dejar caer a Rajoy. En la entrevista explica que si los Presupuestos de 2018 no salieran, Rajoy tendría que convocar necesariamente elecciones en octubre. Y si se cumplen las encuestas, Albert Rivera sería el nuevo inquilino de La Moncloa. Y por ahí los peneuvistas no pasan. «Nosotros somos incompatibles con Ciudadanos. Que llegue a La Moncloa sería un desastre para Euskadi, para el Estado y hasta para Europa», Ortuzar dixit. Para Euskadi, me lo creo. Para el Estado y para Europa, como que no. Cuando ha terminado de hablar Ortuzar, no he podido evitar compararle con el típico acreedor que azuza a su deudor para intentar cobrar lo que le debe antes de que quiebre su negocio. Su deudor obviamente es Rajoy. Hasta que el PNV no se cobre lo suyo hará lo posible por mantenerle en juego.
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lunes, 9 de abril de 2018

¿Al Brexit le seguirá el Espaxit?




Por orden de satisfacción, los primeros que deben estar contentos por el varapalo judicial que Alemania le acaba de dar a España son los británicos. Los segundos, Puigdemont y sus acólitos. Y no es que los británicos nos tengan especial manía, sino que acaban de encontrar en nosotros un aliado moral con el que poder justificar el Brexit por la inutilidad que supone estar dentro de la Unión Europea.  Desde el primer momento, ya comenzaron a quejarse de que cambiar la moneda oficial de cada país por el euro significaba meterse marcos alemanes en el bolsillo. Estaban convencidos de que este cambio traería detrimento económico en todos los países miembros de la UE. Y así fue. Por esa razón continuaron con la libra. A partir de entonces, Reino Unido se ha ido quejando reiteradamente sobre el desmesurado control que Alemania ejerce en todas las Instituciones Europeas. Hasta tal punto, que cualquier asunto de calado necesita del sello germano para que pueda ver la luz. Cansados los británicos de vivir de alquiler y sin derechos en el cortijo alemán –la Unión Europea– han decidido irse. Y lo han hecho para poder ser de nuevo los dueños de sus fronteras, de su política, de su economía y de su justicia. ¡Cómo les envidio! Sobre todo en estos momentos en que la integridad de España está siendo atacada por los mismos que no quieren reconocer la independencia de Baviera.
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jueves, 5 de abril de 2018

Una soberana vergüenza




La mujer del César no solamente debe ser honrada y parecerlo, sino que debe también saber comportarse como la mujer del César. Un papel del que todavía no estoy muy convencido que sepa realizar en plenitud la reina doña Letizia. El rifirrafe que hemos presenciado entre ella y la reina emérita doña Sofía –en el interior de la Catedral de Palma–, simplemente porque esta última quería hacerse una inocente foto con sus nietas, me ha dejado descolocado. Jamás pensé que doña Letizia se atreviese a ningunear a su suegra después de todo lo que ha hecho por ella, y mucho menos que lo hiciera por una fruslería como esta. Doy por hecho que la tirantez de la escena tiene su porqué. Y es posible incluso que de conocerse el motivo éste podría ir en favor de doña Letizia. Pero ni tener razón –si así fuera– justifica el trato despótico y arrogante que doña Letizia ha tenido con su suegra: doña Sofía de Grecia. 40 años Reina de España. 40 años su Reina.
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