En la retransmisión que hubo el domingo del Gran Premio de Fórmula 1, la cadena Sexta de televisión se pasó siete pueblos, lo que viene a ser una provincia entera, vamos, con tanta publicidad que nos metió. Hubo un momento en que incluso pensé que se estaba produciendo otro golpe de Estado como el del 23-F. (Sólo echaban anuncios). Pero enseguida caí en la cuenta de que era festivo y que no había nadie en la Cámara de los Diputados, así que me relajé. Se pasaron y mucho. Cada 5 minutos, el anuncio de la colonia cara, el de la barata y los de Navidad, que ya han empezado con ellos -un pelín pronto, ¿no?-. Y encima para ver cómo el pobre Fernando Alonso perdía el título de campeón y le relegaban a la séptima posición. Vaya desastre: el asturiano perdiendo y yo sin dinero para poder comprar todo lo que me querían vender por televisión.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/prensa/20101116/opinion/toma-publicidad-20101116.html
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