Se puede engañar a unos pocos
durante mucho tiempo o a muchos durante poco tiempo, pero nunca podrás engañar
a muchos por mucho tiempo. El presidente heleno, Alexis Tsipras, seguramente es
conocedor de este consejo pero aun así quiso presentarse a las elecciones
presidenciales ofreciendo a los ciudadanos un programa cargado de fantasías y
dádivas que nunca llegará a cumplir. Después de un par de semanas de periplos
entre los distintos países de la UE, intentando hacer ‘amigos’, se ha
despertado en una realidad que no le gusta: la que le dice ‘Nein’ a todo lo que
tenía pensado hacer. -Porque es inviable-. Y claro, como radical izquierdista
que es, ha querido mirar hacia su derecha y se ha fijado en Mariano Rajoy,
cargando las tintas contra él y haciéndole responsable de todas sus
frustraciones. En cierto modo, me resulta gratificante que Tsipras le vea a
Rajoy como a su fustigador, como a la persona que le ha impedido
construir el país de fábula que tenía pensado crear a costa de terceros.
Y digo esto porque Rajoy, sin quererlo, enfrentándose a Tsipras, se acaba de
convertir en esclavo de sus propias promesas y, en un futuro, difícilmente
podrá ya soslayarlas.
http://articulospublicadosvaevictis.blogspot.com.es/2015/03/blog-post_30.html
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