A veces pienso que Mariano Rajoy debería
reprimir esa flema apática que le caracteriza y dejar paso a su «yo» más
visceral. El secesionismo catalán da visos de convertirse en un problema de
envergadura y los silencios del presidente solo hacen que la neurosis de los independentistas
vaya a más. Se echa de menos un golpe en la mesa, un ¡basta ya! Debe contar a los
ciudadanos cuál es su plan. ¿Dejará este follón en manos del Tribunal Constitucional, del Tribunal
Supremo? ¿Aplicará el artículo 155 de la Constitución? ¿Qué? A la hora de
resolver el problema de Cataluña confío bastante más en el Rey Felipe que en
Rajoy. Los silencios de nuestro rey son más pragmáticos y menos ambiguos. Y en
sus comunicados deja siempre claro hacia dónde va. Últimamente, observo que el
Rey tiene menos audiencias. Como Jefe supremo de las fuerzas armadas le imagino
ocupado con la cúpula militar. Esperemos que todo esto del independentismo se
solucione con alguna que otra concesión para Cataluña. Un panorama hostil no me
atrevo ni a imaginar.
http://articulospublicadosvaevictis. / Text in English __________
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