El proceso soberanista de Cataluña da visos de terminar en
un tebeo por lo hilarante que resulta la forma con la que actúan los partidos
independentistas. Si no lo están haciendo peor, es porque no se les ocurre cómo.
Me gustaría poder decir que estoy contento porque las ocurrencias de Junts pel
Sí y de la CUP no hayan llegado a buen puerto. Pero lo cierto es que me da pena
lo que veo: entre los dos partidos están haciendo detritos una autonomía que es
maravillosa y sumamente competente. Por no hablar de lo divididos que están los
catalanes con todo esto de la independencia. «Artur Mas se enroca: habrá nuevas
elecciones», leo en los periódicos digitales. Parece que ese mantra de que la
democracia es votar cada cuatro años ya no sirve en Cataluña. Éstas son las
cuartas elecciones autonómicas que se celebran en apenas cinco años. ¿Serán las
definitivas? No lo creo. Para que sean las definitivas todo el mundo tendría que
votar aquello que quiere. Y me temo que en Cataluña todavía hay muchos que ni
si quiera lo saben.
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2 comentarios:
Buen artículo que define clara y brevemente la locura independentista que va a arruinar la convivencia y la economía de una bonita parte de España.
Buen artículo que define clara y brevemente la locura independentista que va a arruinar la convivencia y la economía de una bonita parte de España.
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