Cuesta mucho ser austero y vivir con recortes, que es lo que nos mandan hacer los que mandan, cuando ves que hay corruptela incluso en las mismas entrañas de la Casa Real. El caso Nóos me ha dejado al borde de la catarsis. Los presuntos delitos de prevaricación, malversación y fraude de los que está siendo investigando el yerno del Rey, Iñaqui Urdangarín, podrían dejar de ser presuntos en cualquier momento –por lo que se va conociendo- para dar paso a un escándalo mayúsculo y sin precedentes dentro de la familia real. Algún avieso incluso vaticina que el duque de Palma podría pasar algún tiempo en la cárcel. Largo. Por no hablar de cuanto le pueda salpicar a su esposa, la Infanta doña Cristina, que haber cómo soslaya este problema habiendo sido directiva del Instituto Nóos en la mismas fechas en las que se produjeron los hechos. Difícil lo tienen ambos si pretenden refugiarse en la inocencia.
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