Cuesta pensar que Jesús Hermida nos ha dejado. Era un periodista
sin paragón. Y poseía un amplio bagaje cultural. Muchos todavía le recordamos
cuando estuvo de corresponsal en NY
y desde allí narraba sus crónicas para España. Todas del máximo interés. Él fue
quien nos retrasmitió la llegada de Hamstrong a la luna en el año 69’. Entre
los españoles, pocas uñas quedaron sin morder aquél día. A partir de ahí, su
ascenso profesional fue tan meteórico como la del Apolo XI: regresó a España,
inventó los magazines, dio un nuevo look a los telediarios, descubrió nuevos
talentos y un largo etc. que le consagrarían como el máximo referente de la radio y la TV. La última vez que le vi fue cuando entrevistó
a su coetáneo el Rey D. Juan Carlos. Lo hizo con sus característicos
aspavientos y siseos de voz, que formaban parte de su idiosincrasia, y con los
que siempre conseguía cautivar al oyente. Puedo afirmar en plural que los españoles
siempre le recordaremos: he ahí su inmortalidad.
_____________
COMPÁRTELO:
1 comentario:
Una lástima, a pesar de mi corta edad siempre he oído hablar de él de muchas personas más mayores y ha sido un ejemplo a seguir por muchos.
Publicar un comentario