Es cierto que quien tuvo retuvo. Y Fernando Alonso tuvo en
su día dos grandes premios de Fórmula 1 y durante años ha demostrado ser uno de
los mejores pilotos del mundo. Pero me temo que su estrella se apagó. En los últimos
cinco o seis años este genio del volante no ha sido capaz ni de seguir su
propio rebufo. Cuando corre no llega ni a los puntos. Estuvo desacertado en la
anterior etapa que corrió con McLaren; penoso cuando lo hizo para Ferrari, y ahora, con McLaren-Honda,
está que no está. O yo por lo menos cuando se celebra un Gran Premio le veo más
fuera que dentro de la pista. Es ley de vida que la carrera de un deportista de
élite vaya decrescendo. Los seguidores lo entendemos. Pero Alonso no lo acaba
de aceptar. Echa la culpa de sus errores a sus mecánicos, ingenieros, a los
comisarios y hasta a los espectadores. Ayer mismo aconsejaba altanero ante una
cámara: «El aficionado que se frustre (viéndole correr) puede apagar la
televisión». Pues eso voy a hacer.
____________
COMPARTELO:
No hay comentarios:
Publicar un comentario