Arnaldo Otegui se ha ido metiendo a lo largo del tiempo en
un bucle político del que ya no puede salir. Sus reivindicaciones, el acercamiento
de presos de ETA y la independencia del País Vasco, son su leitmotiv de campaña. No parece desear nada más. La Sanidad, la
educación, el paro o las preocupaciones del día a día de sus convecinos se la
refanfinfla. Él a lo suyo. Las declaraciones que Otegui le hizo a Jordi Evole
en el programa de «Salvados», La Sexta, dejó a los suyos aplaudiendo y a al resto
de España con los vellos como escarpias. Exactamente lo mismo que ha ocurrido
con el discurso que acaba de hacer en el Parlamento Europeo. Decía no se quien,
a lo mejor yo mismo, que no podemos escapar de lo que somos. Y Otegui es un
dirigente de ETA a secas. Sin aspiraciones de llegar a ser nada más. Pero el
refranero popular nos recuerda que «hasta un reloj parado tiene razón dos veces
al día». Y entre la verborrea apologista que vierte, sí que se puede extraer
algo de verdad: el conflicto con ETA está cerrado en falso. Y algún día se
tendrá que dar una solución para resolver este problema. O volverán. En cuanto
al tema de la independencia, es un deseo legítimo y, si ha de venir, vendrá.
Pero espero que sea con urnas y papeletas. Faltaría más.
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1 comentario:
"Dirigente de ETA" sería algo inexacto, en todo caso hablaríamos de "dirigente abertzale". No todos los abertzales son proetarras y viceversa. Yo condeno a ETA porque mataba a la gente, otra cosa es admitir que en el País Vasco existe un problema político. Por cierto, es de agradecer que no hayáis mencionado la supuesta invitación de Podemos-IU a Otegi a la Eurocámara, porque sería una mentira. Lo cierto es que fue invitado por Bildu y por una interparlamentaria compuesta por varios partidos donde no figuran ni Podemos ni IU.
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